Microsoft pone fin a una era: el soporte para Windows 10 termina en 2025

Microsoft ha anunciado oficialmente la fecha final para el soporte de Windows 10. A partir del 14 de octubre de 2025, el popular sistema operativo dejará de recibir actualizaciones de seguridad gratuitas y nuevas funcionalidades. Aunque los ordenadores que lo utilizan seguirán funcionando, la seguridad se convertirá en un problema crítico. Cuanto más tiempo un sistema operativo opera sin los parches de seguridad necesarios, mayor es su vulnerabilidad frente a los ciberataques, un riesgo que ni el software antivirus más avanzado puede eliminar por completo.

Un riesgo para la seguridad de millones de usuarios

Desde consultar el correo del trabajo hasta buscar una receta en casa o hacer una videollamada con amigos, dependemos de la seguridad de nuestro sistema operativo para proteger nuestros datos personales. Los expertos advierten que seguir utilizando Windows 10 después de la fecha límite sin las actualizaciones de seguridad expone a los usuarios al robo de información sensible por parte de software malicioso. En el peor de los casos, esto podría incluso llevar a la pérdida permanente de datos.

A pesar de la proximidad del fin de su ciclo de vida, Windows 10 sigue siendo el sistema operativo dominante. Según la empresa europea de ciberseguridad ESET, aproximadamente dos tercios de todos los ordenadores en Alemania todavía funcionan con esta versión, lo que significa que millones de usuarios se verán afectados por esta medida.

Joachim Selzer, del Chaos Computer Club, lo deja claro: “Simplemente, no habrá más actualizaciones. Con cada brecha de seguridad que no se solucione, aumenta la probabilidad de que un atacante logre comprometer tu sistema”.

Opciones para los usuarios: actualizar o buscar alternativas

Aunque el ordenador seguirá arrancando y los programas funcionarán con normalidad después de octubre de 2025, la falta de actualizaciones hará que el sistema sea cada vez más inseguro. El Chaos Computer Club alerta de que los ciberdelincuentes podrían explotar estas vulnerabilidades para introducir malware, propagar virus o robar información personal, como contraseñas y datos bancarios.

Joachim Selzer utiliza una analogía muy gráfica para explicar la situación: “Tener un antivirus moderno en un sistema operativo obsoleto es como poner soldados con equipamiento de última generación en las almenas de un castillo medieval”. Es decir, la protección es insuficiente si la base es vulnerable.

La solución más recomendada por los expertos es la actualización a Windows 11. Muchos equipos compatibles pueden realizar la transición de forma gratuita. Sin embargo, Selzer señala que una gran cantidad de ordenadores no cumplen con los requisitos de hardware más exigentes de Windows 11, lo que podría llevar a que dispositivos todavía funcionales acaben desechados. Para quienes no cumplan los requisitos, una opción es invertir en nuevo hardware, ya sea un ordenador nuevo que venga con Windows 11 preinstalado o actualizando componentes clave como el procesador.

Linux y las actualizaciones de pago como soluciones temporales

Para los usuarios con conocimientos técnicos, migrar a un sistema operativo como Linux es una alternativa viable. Aunque requiere un periodo de adaptación debido a las diferencias en la interfaz y el software disponible, Selzer considera que para tareas de ofimática y navegación por internet, Linux es más que suficiente.

Para aquellos que deseen posponer la decisión, Microsoft ofrecerá el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU), un servicio de pago que hasta ahora estaba reservado para clientes empresariales. Se estima que tendrá un coste aproximado de 30 euros anuales por dispositivo. No obstante, los expertos no lo consideran una solución a largo plazo, ya que el programa ESU para Windows 10 finalizará en octubre de 2028, momento en el que los usuarios volverán a enfrentarse al mismo problema.

El curioso caso de Windows 95: un sistema operativo que se niega a desaparecer

Mientras el mundo se prepara para el fin de Windows 10, su ancestro, Windows 95, lanzado en 1995 y cuyo soporte oficial terminó en 2001, sigue operativo en lugares inesperados. Un ejemplo sorprendente se encuentra en Düsseldorf, en la empresa de distribución de huevos Gut Aue Marken-Ei-Vertrieb GmbH. Allí, una máquina clasificadora de huevos, que procesa unas 40.000 unidades diarias, todavía funciona a la perfección gracias a este sistema operativo de hace tres décadas.

Las razones son prácticas: el sistema funciona sin problemas desde su instalación y el desarrollador del software original ya no está localizable para crear una versión compatible con sistemas operativos modernos. “El sistema funciona de manera más fluida que muchos programas nuevos. Si algo se bloquea, simplemente reinicio y todo vuelve a la normalidad”, explica Peter Huber, responsable de la granja.

Junto a la máquina, un PC con Windows 95 también gestiona una antigua impresora de inyección de tinta. “Si se estropea, tendré que buscar otra que sea compatible con Windows 95”, comenta Huber. Según él, su empresa no es un caso aislado; en toda Europa, todavía hay compañías que dependen de este sistema “vintage” para tareas críticas, demostrando que, incluso en 2025, Windows 95 sigue vivo.